El origen de la torta como dulce para festejar los cumpleaños se encuentra en las ceremonias ancestrales que se hacían para adorar la luna, a la que se le atribuían poderes sobre la fertilidad femenina. La tarta de cumpleaños es redonda como la luna y se adorna con velas, que recuerdan la luz que emite este astro.
“Existe algo más sabroso a nivel emocional y gustativo que compartir un pedazo de torta?. Te permite compartir en familia mientras conversan, disfrutan a la vez que comes un postre delicioso que generalmente es el gusto de grandes y pequeños”, Ziamira Lugo (Repostera).
Por costumbre y tradición los pasteles en muchas ocasiones se hacen en familia, se hacen con esmero y dedicación para las personas especiales, es un regalo, un obsequio desde el corazón, para compartir; además el dulce sabor agrada a grandes y chicos. Además las tortas han evolucionado a tal punto que pueden ser de diversos sabores, formas y motivos que la hacen ideal para toda ocasión.
En la cultura de la Grecia clásica, se ofrecían a la luna pequeños dulces redondos con una vela encendida como ofrendas. Los griegos adoptaron de los egipcios la costumbre de celebrar los cumpleaños y de los persas la idea de hacerlo con dulces. Y, así, empezó esta tradición ancestral.