Existen muchas creencias populares sobre el pan y su papel en una dieta equilibrada. La mayoría de ellas equivocadas, como ocurre con el mito: «el pan engorda». Cuántas son las dietas que conllevan, entre muchos cambios en los hábitos de alimentación, la retirada del pan mientras duren. Pues bien, esta creencia está bien equivocada.
Numerosas investigaciones científicas demuestran que incluir pan en todas las comidas del día es una acción saludable dentro de una dieta equilibrada. Ningún alimento tiene la capacidad de engordar o adelgazar por sí mismo. El aumento de peso se produce cuando consumimos más calorías de las que quemamos. Es cierto que hay alimentos más calóricos que otros, pero el pan, precisamente, no es uno de ellos. El pan tiene un aporte calórico moderado y apenas contiene grasa. A esto debemos sumarle que tiene un elevado poder saciante y múltiples propiedades nutricionales. Es por ello que podemos afirmar que incluir pan en la dieta para mantener un estilo de vida saludable es de gran importancia, debido a los beneficios que aporta a nuestra salud.
¿Por qué debemos consumir pan en nuestra dieta?
Según médicos y especialistas, es conveniente incluir de dos a tres raciones de cereales en cada comida, siendo la dosis recomendada de hidratos de carbono de seis raciones diarias. Dentro de este contexto, el papel del pan en nuestra dieta es fundamental como fuente saludable de hidratos de carbono y como vehículo para la obtención de vitaminas y minerales.
-El pan pertenece al grupo de los cereales, que son el tipo de alimento nutricionalmente más completo. Es por ello que conforman la base de la pirámide alimentaria. Incluir pan en cada una de las comidas que realizamos a diario es una buena manera de cubrir las cinco o seis raciones diarias de hidratos de carbono recomendadas por los especialistas.
-Posee un efecto saciante y contribuye a la regulación de las funciones intestinales del organismo por su contenido en fibra, sobre todo el pan integral. La ingesta de fibra está directamente relacionada con la una menor prevalencia de enfermedades, como el colesterol o la diabetes tipo II.
-El pan aporta vitaminas hidrosolubles del grupo B, tremendamente importantes para nuestro organismo. Nos ayudan, entre otras cosas, a transformar los alimentos en energía, mantener sanos el cabello, las uñas, la piel, formar glóbulos rojos y anticuerpos, y a mantener en buen estado nuestro sistema nervioso y circulatorio.
-También contiene numerosos minerales como calcio, fósforo, magnesio y potasio que, al igual que ocurre con las vitaminas, son fundamentales para el organismo. Proporciona a nuestro cuerpo la energía que necesita para su correcto funcionamiento, particularmente para el funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso.
-En el caso de niños, adolescentes y personas que desarrollan una gran actividad física, el consumo de pan es idóneo. También para personas de edad avanzada, pues el pan es un alimento de fácil masticación y digestión.